La vida es como una carrera de largo aliento, no se trata de velocidad sino de resistencia, de constancia.
Es seguir paso a paso, con la mirada puesta en la meta, las instrucciones del Entrenador…
Perseverar en la fe
Elegir obedecerle
Rendirle mi vida
Manifestar el fruto
Anhelar su regreso
Negarme a mí misma
Enamorarme de su Palabra
Caminar por sus huellas
Esperar su venida
Regocijarme en su presencia
El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1 Juan 2:17
Autor: Patricia Edith Alvarez
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