Casi puedo ver la expresión de
tu rostro,
casi puedo notar un brillo
intenso en tus ojos.
Me parece que puedo sentir el latido de tu corazón
y hasta puedo adivinar un
ligero temblor de emoción.
Porque me amás y esperás que te ame también,
porque anhelás estar conmigo y
querés que te anhele igual,
porque vos, Señor, me amaste
primero,
porque vos, Jesús, me amás
tanto así;
puedo ver tu sonrisa al oírme
decir “te amo”.
A ti extiendo mis manos; mi alma te anhela como la tierra sedienta.
Salmo 143:6 LBLA
Autor: Patricia Edith Alvarez
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por pasar por aquí. Te invito a dejar tu comentario, las semillas enriquecedoras, llegadas de otros campos, siempre son bienvenidas.