Lo mejor viene


 

Vos guardaste hasta ahora el mejor vino y estás esperando que sea un recipiente dispuesto para verterlo todo, en abundancia.

Ese vino nuevo y fresco en un odre viejo, reseco, rígido y quebradizo; finalmente se pierde.
Por eso pienso, ¿cuáles son mis lugares resecos? ¿Cuáles son mis zonas rígidas y quebradizas?

Te pido que renueves mi corazón de tal forma que sea tierno y maleable, adaptable a tus formas, a tu mover cambiante; un recipiente preparado para recibir ese vino nuevo, fresco, embriagante.

No dejes que las estructuras que aún subsistan en mi mente sean el dique de contención que impida el fluir libre de tu Espíritu.

Derribá los argumentos, los razonamientos, el temor. Disipá las dudas.

Quiero ser libre en vos, verdaderamente libre. Libre de restricciones, de mí misma y mi razonable cabeza.

Quiero saborear ese vino nuevo, el que reservaste para estos días.

Quiero revivir la alegría de conocerte, resucitar al asombro de mi vida rescatada de la muerte.

Quiero renovar la gratitud y la alabanza, la adoración y la entrega a vos, mi único y suficiente Salvador.


“... tú has guardado el mejor vino hasta ahora”. Juan 2:10

 

Autor: Patricia Edith Alvarez

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