Señor, dicen que cuando parezco
estar hablando contigo,
como no respondes, es todo un sueño:
uno imitando a dos.
No les falta razón, pero no como
ellos imaginan; mas bien, yo
busco en mí mismo las cosas que quería
decir,
¡y mirad!, los pozos están secos.
Entonces, viéndome vacío, Tú abandonas
el papel de oyente, y a través
de mis labios muertos respiras y pones en
palabras
pensamientos que nunca conocí.
Y así, ni tienes que responder
ni puedes; pues mientras parece que
hablamos dos, Tú eres Uno por siempre, y
yo
no un soñador, sino tu sueño.
Autor: C. S. Lewis, "Mientras cae la ruina y otros poemas".
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